jueves, 5 de febrero de 2009

AMIG@: RECHAZA LAS FOBIAS Y EL RACISMO, RECHAZA LA CATALANOFOBIA

 1. Soy catalán desde siempre y nada puedo hacer para cambiarlo. Quien diga que puede ser catalán disimulando y pidiendo perdón continuamente por ser distinto en muchas cosas a otros ciudadanos con pasaporte español es sólo alguien que reniega de sus orígenes.

  2. No me rechaces por ser catalán, es algo tan natural como ser de Sevilla. Mi catalanidad no es un deseo de ofender ni de lastimar: es mi lugar de nacimiento natural y constituye un rasgo fundamental de mi personalidad. Es la manera que tengo de existir y tengo tanto derecho como tu. Es mi manera concreta de ser persona. Muchos catalanes estamos ya muy hartos de que nos presenten sistemáticamente como los "malos" de la película simplemente por ser como somos, de la misma manera que los madrileños son como son pero no les exijen que pidan perdón por ser así. Estamos hartos de que nos exijan pedir perdón por existir.

  3. Si a veces he deseado ser de otro lugar o he actuado como si lo fuera, no es porque mi catalanidad me haga infeliz sino porque creí que era la única manera de sobrevivir en medio del prejuício y del odio que ciertos medios de comunicación se empeñan en fomentar a fin de acomplejarnos. Me daña muy gravemente que los demás se sientan con derecho a hacerme objeto de su desprecio, burla y agresiones tan sólo porque soy diferente de ellos y tengo mi lengua y mis costumbres y reivindico lo que estrictamente en justicia nos pertenece.

  4. El asco, desprecio, horror y desconfianza hacia los catalanes se llama catalanofobia. Una fobia es un rechazo irracional y, por lo mismo, una perturbación mental y, además, fomentada artificialmente a causa de bastardos intereses políticos de una minoría que saca provecho económico de todo un pueblo al que trata como simple colonia. Ya es tiempo de que quien la padezca (un 17% de la población española, según encuestas de hace unos años) sanen de ella.

  5. No soy un bicho raro: soy una persona como cualquiera otra. En la medida en que me rechaces, me iré alejando de ti. Si soy tu amigo, no me conviertas en un extraño con ese racismo.

  6. Hay catalanes de todos tipos, edades y clases: nos encontrarás en el gobierno, la iglesia, las instituciones de enseñanza, las empresas públicas y privadas y en casi todas las profesiones y actividades. Hay unos cuántos millones de catalanes que esperan que los trates sin prejuícios. Existen muchos casos de discriminación por hablar nuestra lengua en nuestra propia tierra, por eso tenemos que estar luchando siempre. Y también bastantes agresiones e incluso asesinatos de skins y neonazis con estética españolista contra simples catalanes por el simple hecho de serlo. Estas noticias son poco ventiladas o mistificadas por gran parte de la prensa, controlada por grupos afines a los partidos mayoritarios españoles (PP y PSOE).

  7. Si tod@s l@s catalanes desapareciéramos del mapa (tal como casi llegó a planificar Franco, que quería trasladarnos en masa al Rif si Hitler ganaba la guerra), te sentirías muy mal: desaparecerían muchas de las personas que quieres o admiras. Muchos grandes personajes de la historia, de las artes y de las ciencias y de los deportes son catalanes: Gaudí, Casals, Colón (Colom)... Así mismo más de un tercio de las medallas olímpicas "españolas". Y hasta el fundador del R. Madrid y de la Feria de Abril fueron catalanes, igualmente el inventor de la peseta, o la bandera española fue una simplificación de la catalana realizada por Carlos III. Es posible, incluso, que no hubieras nacido: nunca sabes si llevas sangre catalana. La misma Casa Real española tiene sangre real catalana y también sangre plebeya catalana (Alfonso XII fué hijo de Isabel II con un comandante catalán).

  8. No tienes ningún derecho a exigirme ser como tú para que me consideres valioso o digno de tu afecto: eso se llama discriminación y es un delito y una ofensa. Pues yo puedo ser y creer en lo que considere que es así, y los catalanes somos los que debemos solventar nuestros propios asuntos, como vosotros los vuestros.

  9. Si quieres que te respete, tú también tendrás que respetarme. El respeto es la capacidad de considerar el valor de los demás y debe ser mutuo.

  10. Tú eres andaluz, o castellano o te gusta la Selección Española que es la única que está permitida (la nuestra está también discriminada y prohibida internacionalmente). ¿Te has preguntado alguna vez lo triste que es para nosotros ser constantemente discriminados y satanizados, tal como pasaba con los judios?.

  11. Antes de usar términos como "polaco", "catalino", "paleto", "aldeano", etc., piensa que todos merecemos un respeto y que los catalanes somos los que más leemos, viajamos y hacemos negocios de toda la Península, así que no debemos ser tan paletos como nos dicen los racistas y resabiados. Nosotros fuímos conquistados por las armas en una guerra de exterminio (la de Sucesión 1705-15) y queremos recobrar nuestra soberanía tal como la teníamos y gobernarnos a nosotros mismos, eso es todo. No nos metemos a querer gobernaros a los demás ni a cobrar impuestos a otros. Los políticos españoles y demás partícipes en el panal de rica miel, no quieren perder el gran chollo de las "ricas colonias" y por eso no paran de segregar un nacionalismo español agresivo que rezuma odio hacia todo lo catalán. Cuando Cuba intentó independizarse, el Gobierno español inventó los campos de concentración, utilizando, como siempre ha hecho, a la juventud española como carne de cañón para defender los intereses de las compañías españolas (los ricos) en la colonia.

  12. Ser catalán y serlo en todo, como tú eres español o andaluz o lo que cada cual sea en todo, no es ningún delito ni ningún paletismo ni ninguna manía ni ninguna vergüenza: es algo natural. Yo u otro catalán no "nos volvimos nacionalistas" porque "los políticos nacionalistas me indujeran con sus perversas mañas", como falsamente se da a entener; ni nos hemos inventado nuestra lengua: la hablamos desde siempre, como el castellano vosotros, y sólo ahora hablamos casi todos castellano por influencia aporreadora de la televisión y su obligatoriedad legal en la enseñanza y en todo lo demás. Nosotros no queremos ser nacionalistas, pero si nos ofenden y nos privan de nuestros derechos, tenemos que defender lo justo. ¿Es eso nacionalismo? Entonces, ¿qué será que te desprecien, te saqueen y te priven de tus derechos elementales y del principio de igualdad con otros ciudadanos que, pagando menos, tienen más derechos lingüísticos y de todo tipo? Hay un nacionalismo español excluyente que quiere ir de incógnito porque es el mismo de Franco.

  13. Las historias que has oído o leído acerca de que los catalanes somos "agarraos" o así o asá son habladurías y prejuicios. Muestra una actitud abierta, no seas racista. Simplemente esperamos la misma educación y respeto que la mayoría de catalanes demostramos siempre.

  14. No somos catalanes porque aún no nos hayamos dado cuenta de que ser español es mejor o es lo que "debiera sentirme" o es lo importante y fetén. No me convence ser lo que no soy, ni siento, pues nos conquistaron y nos prohibieron todo lo nuestro desde 1714 con multitud de abusos, y ya nunca lo hemos recuperado mayoritariamente. No es que queramos recordar desastres históricos, pero no vamos a cerrar los ojos pues quien ignora su Historia está condenado a repetirla. Si a tí no te atrae ser catalán no pidas que a nosotros nos entusiasme ser lo que han usado de pretexto para la violación sistemática de nuestros derechos durante siglos. Sería muy cobarde, vil e indigno de nuestra parte caer tan bajo. No odiamos ni queremos odiar, solo queremos la libertad: exactamente como tú mismo, nos agobia que nos obliguen a ser lo que no somos. El mundo no se divide entre españoles e infieles, ni la unidad de España es nada sagrado (excepto para los que chupan del bote).

  15. No tengas temor de preguntarme lo que sea sobre mi tierra o mi lengua, y en general, de mis aspiraciones como persona. Los catalanes somos gente educada y agradable, y el conocimiento mutuo desde el repeto es enriquecedor, comunicándonos, te sorprenderás de lo parecidos que somos en muchas cosas, en tanto que europeos y seres humanos.

  16. No estoy pidiéndote que sólo me toleres, sino que me comprendas y me aceptes y aceptes mis derechos como yo acepto los tuyos sin pretender gobernarte. "Tolerar" suele significar mala voluntad y antipatía y puede derivar fácilmente hacia la violencia.

  17. Finalmente, no dudes de mi afecto por ti....y no me hagas dudar del tuyo convirtiéndome en tu enemigo. Mi vida es buena y valiosa y tengo que vivirla tal cual es, incluso muy a pesar de los que prefieren destruirnos a renunciar a sus ingresos y prefieren el racismo y la opresión a dar libertad a un colectivo humano que hace siglos la reclama.