lunes, 8 de diciembre de 2008

La ignorancia de los Catalanes o la manipulacion de la ignorancia.

 
    Los que defendemos la Constitucion, los valores que en ella se muestran y respetamos los principios que en ella se manifiestan, nos hemos quedado atonitos cuando un Diputado "primario", manipulador de la historia, y de profesion "profesor", se limita a imputar al Trubunal Constitucional de corrupto y desea que se muera el Rey.
 
    Este es el escenario de lo que vivimos en España hoy en dia.
 
    Es curioso que los Catalanes, muestren su respeto el 11 de Setiembre a Casanova y a Villaroel, pero ninguno de esos manipuladores leen en esos momentos el manifiesto que esos señores en 1714 profirieron al pueblo Catalan.
 
    Es curioso ademas que burros y analfabetos que alaban ciertas posturas pasadas y cambian la historia a su conveniencia, no son capaces que concoer ni siquiera lo que estan haciendo. Son autenticos analfabetos que ponen frases en epocas de la historia que no existe, y los demas, que son mas analfabetos que el que lo dice, lo aplauden como las ovejas cuando el perro va detras de ellas para encarrilarlas al corral.
   
    No es de sosprender que esto suceda cuando en este pais, nos cambian la historia segun le interesa al Gobierno o a la banda de analfabetos o terroristas callejeros que alaban y aplauden consignas falsas o fuera de fecha historica para poder proferir insultos y amenanzas a las personas que defendemos la Constitucion y los Derechos de todos los Españoles.
 
    Para los Catalanes que estan en este punto de ignorancia manipulada por cuatro seudo-independentistas anti-monarquicas, y analfabetos, le voy a explicar las palabras que estos señores catalanes que defienden a estos personajes del pasado sin saber exactamente lo que sucedio o se manipula.
 
    Les adjunto la parte de la Historia que no quiere saber ni entender algunos analfabetos catalanes.
 
 

Casanova y Villarroel el 11 de septiembre de 1.714

En julio de 1.714, Felipe V envió al duque de Berwick para acabar con la resistencia de Barcelona. Berwick se presentó ante las puertas de Barcelona el 25 de julio con 20.000 hombres y 87 cañones, que se unieron a los 15.000 efectivos que sitiaban la plaza desde el año anterior. Al otro lado de la muralla el jefe de las tropas antiborbónicas, Antonio de Villarroel, organizó la defensa

Durante el mes de agosto Berwick hizo bombardear los baluartes de Portal Nou y Santa Clara. El día 30, cuando las enormes brechas abiertas hacían indefendible la ciudad, Villarroel dimitió, aconsejando al Consejo de Ciento la capitulación.  

El conseller en cap del Consell de Cent (Consejero Jefe del Consejo de Ciento), Rafael Casanova, fue al campamento de Berwick en busca de un final negociado, pero fracasó y continuó la lucha. El Consejo de Ciento nombró capitana de la ciudad a la Virgen de la Merced tras la renuncia de Villarroel. Berwick decidió asaltar la ciudad antes del amanecer del 11 de septiembre de 1.714. Tras 10 cañonazos, los soldados del rey Felipe V entraron en Barcelona, pero encontraron resistencia en las calles durante todo el día. El Consejo de Ciento ordenó a las tres de la tarde a la población combatiente "derramar gloriosament sa sanch y vida per son rey, per son honor, per la patria y per la llibertat de tota Espanya" y más tarde luchar por las libertades de "tot lo Principat y tota Espanya". Al final del día Barcelona se rindió. Berwick no permitió las represalias habituales contra las ciudades que no capitulaban y obligaban al asalto, no hubo saqueo, asesinatos y violaciones, como un siglo después cuando la Guerra de la Independencia en muchas ciudades españolas. 

Villarroel fue hecho prisionero y encerrado en el castillo de Santa Bárbara de Alicante. Rafael de Casanova se fue de rositas: huyó disfrazado de fraile, tras conseguir de un médico un falso certificado de defunción y eliminar de los archivos los datos de su implicación. Otro consejero tuvo que realizar la capitulación, mientras Casanova se puso a salvo en San Baudilio de Llobregat. Consiguió ser perdonado por el rey y ejerció como abogado durante 35 años. Vivió hasta los 83 años.