martes, 9 de diciembre de 2008

Rafael de Casanovas y el 11 de septiembre

Aquí, en Catalunya, celebramos el 11 de septiembre como si fuera el triunfo en alguna batalla, por si cuela y cuela en general -hoy en el teletexto leía "Catalunya celebra su triunfo del 11 de septiembre"-, no hay como saber aprovechar el desconocimiento general y las pocas ganas de tenerlo. En realidad es una de las derrotas más claras que ha habido por estos lares, con evidentes contraprestaciones, por decirlo a lo fino, pero reconocerlo no viste nada, imagino. No tiene mucha importancia. Se apostó a caballo perdedor y se perdió.

Celebramos, digo, que el 11 de septiembre 1714, momento en el que peor lo pasaron los catalanes que estaban defendiendo la ciudad de Barcelona de las tropas de Felipe V tras meses, catorce, de acoso perdieron la plaza. Ahí estaba ese día Rafael de Casanovas, subido en la muralla, con el estandarte de Santa Eulalia en ristre azuzando a las tropas catalanas.

Le pegaron un tiro en el muslo, se lo llevaron al hospital y, mientras, entraban los borbones por la puerta de la ciudad. Luego, el decreto de Nueva Planta -típica ley de descargo del que gana sobre el vencido- y Rafael de Casanovas que se recupera de su pierna y se pone a buscar trabajo. Y el héroe nacional de hoy, a quien todos los años se le recuerda y se le canta Els Segadors porque se subió a la muralla, se va a vivir a Sant Boi de Llobregat, tan contento, y a ganarse su sueldo como abogado con el beneplácito del Rey borbón a quien, claro, jura fidelidad sin dudarlo. El poder y el dinero es lo que tienen que retratan al personal y olvida los principios, aunque... lo que ya no me explico es cómo le siguen poniendo flores...

Dos héroes más como éste y empiezo a entender por qué Pérez Reverte ha hecho protagonista de su saga a un tercio del tres al cuarto, por no decir que empiezo a entender la historia de este país con más claridad. Claro, que os advierto que los nacionalistas de hoy, de ayer, de mañana y de siempre, en su mayoría, en mi pueblo, funcionan así. Yo reivindico, pero si me das un puesto vitalicio, un Estatut, un cargo de conseller o lo que sea... Donde dije digo digo Diego. A las pruebas me remito.